La densa niebla que se había estancado en el jardín
y que empañaba los vidrios de las
ventanas comenzaba a disiparse mientras los primeros rayos de luz iluminaban
las murallas húmedas de la mansión. Con mucha dificultad y sabiendo que su
reloj biológico la había traicionado, Karla intento levantarse de su cama en
donde había dormido plácidamente en su
pequeño cuarto a un lado de la cocina donde trabajaba junto a Jenna, como era
costumbre se dirigió al minúsculo baño a asearse y a vestirse para comenzar su
jornada de trabajo, sabía perfectamente que en un par de horas la casa entraría
en plena actividad y debía despertar a Jenna para que juntas pudieran iniciar
los oficios. Una vez estando lista y con su traje de trabajo puesto e impecable
de desplazo un par de metros fuera de su cuarto hacia la cocina. Al llegar no
pudo evitar asustarse al ver una gran cantidad de sangre esparcida en un rincón
de la cocina, justo donde John había reposado después de haber asesinado a
Jenna, de inmediato atravesó el comedor y corrió por el pasillo principal hasta
la entrada donde empezaban las escaleras, al empezar a subir, y pudo notar que había
más sangre en el barandal, aterrada comenzó a seguir el rastro que había dejado
John al subir, llego hasta aquel cuarto de huéspedes donde John había entrado, Karla con mucho temor abrió la
puerta y siguió la sangre hasta el baño donde lo encontró inundado en
sangre dentro de la tina.
Sin dar aviso ni hacer ningún ruido Karla salió sigilosamente
mientras sus ojos se aguaban y el pánico se apoderaba de ella. Corrió hacia la habitación de Amry para advertirla
sobre lo que acababa de ver, mientras corría por el pasillo para subir nuevamente
las escaleras se topó con ella quien bajaba como lo hacía cotidianamente a
esperar por el desayuno.
-¿Qué pasa contigo Karla?- Gritó Amry ante el
fuerte tropiezo que tuvo con ella.
- Señora Amry, creo que algo muy grave está pasando-
dijo la criada con una voz sollozante y
apenas comprensible.
-¿De qué me estás hablando? Y ¡ya deja de llorar
que no puedo escuchar nada de lo que dices mujer!- exclamo Amry sobresaltada
ante la actitud desconcertante de la empleada.
-Hay sangre por toda la casa señora, su esposo esta
en uno de los cuartos de huéspedes bañado en sangre señora tiene que verlo, hay
que llamar al Reino- repetía una y otra vez la mujer sobresaltada
-Ya cállate mujer y llévame al cuarto, quiero saber
que está pasando aquí- dijo Amry enfadada ante el comportamiento de la empleada.
Efectivamente ambas caminaron hasta la
puerta de aquel cuarto y entraron para confirmar lo que la empleada estaba
diciendo. Amry estaba sobria, inexpresiva, como si nada de lo que estaba
ocurriendo le afectase en lo más mínimo, como si ella hubiera planeado todo.
-¿John?- grito Amry quien se esforzaba por mostrarse
sorprendida ante la empleada. John se despertó al oír el vociferado grito de su
mujer.
- Lo siento mucho, perdóname- sollozaba mientras
con dificultad se ponía de pie e intentaba respirar profundamente. ¡La mate! ¡Yo
la mate! Comenzó a gritar mientras que de su cuerpo desnudo se inmiscuía la sangre
que la había envuelto en la tina.
-¿De qué estás hablando?- le dijo Amry mirando
fijamente a su marido.
-No lo sé, yo no recuerdo nada, solo la vi muerta,
estaba muerta, yo fui, no lo hice, no me acuerdo de nada…- repetía una y otra
vez sin parar, parecía que había perdido la cordura, estaba en una extrema alteración.
-¿Quien es ella?
¿Dónde está?- dijo Amry entre dientes.
-Jenna, ¡yo mate a Jenna!- Grito. Al mismo tiempo
que Karla emitía un grito de terror.
-Tenemos que informar al reino de esto, ¡ahora!-
intervino Karla con rencor en su voz hacia Jonh.
- ¡Nadie va informar de nada a nadie, entendido!-
Gritó Amry enmudeciendo a todos en aquel baño
-Los siento señora Amry, es mi deber informarlo, el
reino tiene que saber que el señor Jonh es un asesino- Afirmo Karla con
severidad
-¡No seas insolente mujer! ¿Acaso has visto el
cuerpo de la mujer en la casa? John puede estar solamente delirando- dijo Amry más
calmada.
-Está en el mausoleo, en el mausoleo- repetía John
llorando una y otra vez mientras su mirada recorría el techo, era como si su
alma de hubiera desprendido de su cuerpo.
Sin decir una sola palabra, Amry agarro a Kara de
un brazo y la saco obligada del cuarto donde estaban, y aseguro la puerta con
la llave correspondiente que cargaba Karla para ingresar a hacer sus labores en los respectivos cuartos,
así obligando a John a permanecer encerrado. Amabas en absoluto silencio bajaron
las escaleras y atravesaron la puerta principal. Al salir al jardín se
encontraron con un panorama desolador, todo el jardín estaba carbonizado, parecía
que hubiera brotado carbón y tierra podrida por todas partes, daba la sensación
de ser un campo de guerra y no un hermoso jardín como lo había sido hasta el día
anterior.
Isabel despertó intranquila, un dolor de cabeza la
agobiaba mientras que sentía que por su cuerpo habían pasado múltiples carrozas
de hierro, se levanto con mucho esfuerzo y se dirigió al baño a lavarse el
rostro, abrió la llave del lavabo y el agua cristalina comenzó a salir mientras
las tuberías internas sonaban estrepitosamente.
En la parte de arriba, Jonh sentía
que se quedaba cada vez más seco, el agua se estaba yendo por la tubería y con
ella toda la sangre de Jenna que no había podido quitarse de encima. Abajo
Isabel comenzó a sentir un olor fuerte sobre el agua que salía, y sin aviso, el
agua se torno roja, era la sangre de Jenna que estaba decidida a no pasar desapercibida
ante nadie. Isabel soltó un grito y corrió hacia el pasillo, bajo las escaleras y busco a Marcela
en la cocina, pero no la encontró, no Jenna, ni Karla estaban donde normalmente
podía encontrarla, así que decidió salir, quizás en el jardín encontraría a
alguien quien pudiera ayudarle.
Al salir no pudo evitar asombrarse ante el panorama
que estaba frente a sus ojos, nunca en su vida había visto el jardín de esa
manera. Comenzó a recorrer el camino hasta que pudo ver a su madre junto con
Karla paradas frente al viejo Mausoleo, al verlas tuvo un mal presentimiento,
se escondió detrás de un árbol y comenzó a observar todo los movimientos que hacían
las dos.
Karla estaba confundida, no sabía qué hacer, miraba
fijamente a Amry y podía notar su falta de credulidad o interés en todo lo
que estaba pasando, acaba de morir o mejor, acaban de asesinar a su compañera,
dentro de ella solo rogaba que todo fuera un invento de John. Amry se alejo un
poco para recoger una pica de mediano tamaño con la cual obligaría a Karla a
abrir la pesada puerta del mausoleo. Karla con nerviosismo levanto la pica y la
metió en la ranura que separa ambas puertas y con fuerza logro abrirlas.
-¡Era verdad!- grito Karla mientras empezaba a
llorar, se mando las manos a la cara para tapar sus ojos para no ver más
aquella escena cruda.
El cuerpo de Jenna yacía descompuesto justo abajo de las puertas, como si aquel mausoleo acelerara el proceso de descomposición de los cuerpos, pero desagradable olor a podrido era tan fuerte que hasta Isabel pudo sentirlo.
-Cierra eso ahora y aquí no ha pasado nada, ¿entendiste?-
Le susurro Amry con una severidad que abrumaba a Karla.
-¡No!- grito enfurecida, esto lo tiene que saber en
el reino. Dio media vuelta y empezó a caminar.
-¡No vas ir a ninguna parte!- le grito, mientras
levantaba la pica, y al cabo de un segundo, Amry la golpeo con la punta atravesándole
el cuello a Karla de manera inmediata imposibilitándola a emitir ningún sonido.
Amry comenzaba a sentir que su cuerpo se transformaba, un calor sofocante recorría
su cuerpo mientras que sentía que se desfiguraba, su odio y miedo se convertía en
una mezcla de ira y rencor, sentía que no debía quedar nada de aquella mujer se
que había atrevido a desafiarla.
La golpeaba una y otra vez, mientras la cabeza
de aquella mujer se desfiguraba y su cráneo se destruía, lo disfrutaba, sentía que
con cada golpe se volvía mas fuerte. Cuando desistió de golpearla, con una
fuerza desconocida hasta para ella misma, la agarro y la arrojo al mausoleo,
mientras que a los pedazos de la cabeza de aquella mujer los goleaba con la
pica de forma tal que cayeran dentro del Mausoleo, Al terminar, lo cerro de
nuevo y volvió a la casa.
Isabel quien había presenciado toda la brutal
escena, no paraba de llorar y sentir terror de que su madre la descubriera
espiando y mas en esas circunstancias. Había visto como esa mujer destrozaba a
otra como aplastar una uba, sus sentimientos recorrían del temor hasta el asco.
Antes de que su madre se adelantara a regresar, Isabel corrió por el Camino del
Rey y entro a la casa, corrió hacia su cuarto y se encerró ahí a llorar.
Amry se dirigió al cuarto donde había encerrado a
su marido, abrió la puerta y se dirigió al
baño donde encontró a su marido desnudo en la tina que ya estaba vacía, se
desnudo frente a él, abrió el grifo y lleno la tina nuevamente, ahora era ella
quien al entrar tiñò de rojo toda el agua de la tina, Al verla
Jonh dejo de sentir preocupación. Amry lo miraba fijamente mientras le
acariciaba el pecho y descendía con su mano dentro del agua hasta tocar su
miembro, comenzó a masturbarlo mientras él la besaba apasionadamente y sus
dedos de deslizaba por la parte más intima de su mujer haciéndola sentir más
viva que nunca, no les importaba el olor a sangre y muerte, el sexo para ellos sería igual de placentero que asesinar a las
criadas. Porque para ellos los placeres prohibidos, ya no lo serian nunca más.
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